En
América, la utilización de cobre nativo se remonta hacia el 900 a. C.;
poco después comienza una metalurgia auténtica, basada en cobre y, sobre todo, oro y plata. El bronce no
aparece hasta poco antes del año 900. El hierro no se conoció
hasta la llegada de los europeos. Arriba se explica que durante las fases
finales de los olmecas, al comenzar nuestra era, nació la escritura en
Mesoamérica: estaríamos, pues, entrando ya en la Historia. Esto se corrobora
con el hallazgo reciente de ciertos objetos extraídos de zonas donde tuvieron
lugar asentamientos olmecas (Tabasco y Veracruz, México) cuya datación mediante
el carbono 14 sitúa su origen alrededor del año 900 a. C. Estos elementos presentan glifos que,
por sus características, han permitido suponer que el sistema de símbolos
empleados fue la base de la escritura maya, que alcanzó su mayor
perfeccionamiento entre el 200 y el 900 d. C.